Lugar: Passeig de Sant Joan (Tram Arc de Trimof/P. Mossèn Cinto Verdaguer), Barcelona.
Proyecto: Reurbanización del Passeig de Sant Joan como nuevo corredor verde urbano.
Propiedad: Ayuntamiento de Barcelona (PROEIXAMPLE-fase 1 /BIMSA-fase 2)
Autores del proyecto: Lola Domènech, Teresa Galí, CIMEX enginyeria (F1); Lola Domènech, SIGNALIA ENGINYERIA (F2); Emily Rivers, Juliette Boulard y Anna Roque, (F1); Alex Flores, (F2).
Project managers: Jordi Burguera, (F2); Carlos Loscertales, (F2); Gabriela Ferrari, (F2).
Fechas finalización: marzo 2011 (F1), diciembre 2014 (F2)
Superfície: 31.455 m2
Material: Llosa Vulcano 30x10x10cm y adoquín Terana
Premio Catalunya Construcció 2015 en la categoría de Intervención en edificación existente.
PLAN GUÍA
La recuperación urbanística de Barcelona iniciada en los años 80 es centró, sobretodo en dignificar este espacio. La ciudad olímpica aceleró la ejecución de estos proyectos, enfatizando el espacio público. Pero el tejido urbano de Barcelona tiene escaseces. La lucha por el verde urbano que estaba encabezado por las campañas de los años ochenta parecía haber quedado relegada en último lugar, por detrás de palabras como “eficiencia”, smart o “innovación tecnológica”. Los ranquings, en cuestión de espacios verdes, no son tan favorables para la ciudad condal: metrópolis pobladas como Nova York o incluso ciudades industriales como Rotterdam la superan con creces en valores de verde urbano por cápita.
El Passeig de Sant Joan se intervino el año 1985, a la Plaça Tetuan y el año 1998 en el tramo superior entre la Avinguda Diagonal y Travessera de Gràcia, cambiando pavimento, arreglando los parterres, instalando juegos infantiles y un carril bici.
Pero la historia del Passeig de Sant Joan se comenzó a escribir en el siglo XVIII, con la construcción del Fort de la Ciutadella. Entre el Fort y la actual calles del Rec quedó un espacio donde se urbanizó un paseo entre los años 1795 y 1802 que se llamó Passeig de Sant Joan (aunque no coincide con el emplazamiento actual).
El año 1859, Ildefons Cerdà propuso la trama de calles de 20 m del Eixample Barcelonés en la que destacaban unas vías principales con una sección de 50 metros con calzada central y aceras con doble alineación de arbolado.
El Passeig de Sant Joan es una de estas vías, así como la Gran Via, Paral·lel y Passeig de Gràcia. Se trazó como proyección de aquel Passeig de Sant Joan y se convirtió en una vía de 50 metros de ancho y 2 Km de longitud, que conectaba Ciutat Vella con Gràcia. La idea de Cerdà era comunicar el distrito de Gràcia con el de la Barceloneta, pero no fué posible por la presencia del Parque de la Ciutadella y, sobretodo, por las vías del tren.
Décadas mas tarde, otro acontecimiento reafirmó el valor de ésta vía: la celebración de la exposición universal de 1888, incorporando el Arc de Triomf, que hacía de puerta de la Exposición.
Las aceras se distribuyen de manera funcional, una zona de 6 m con panot tradicional de 20×20 cm para el paso de peatones de acceso a viviendas y comercios.
Otra área de 11 m entre la acera y la calzada donde se encuentra la vegetación (tanto la existente como la nueva). Esta área va variando en función de las actividades que demanda cada tramo: zonas de estar, juegos infantiles, terrazas de bar, etc.
Se incorporaron todo un sistema de arbustivas autóctonas para contribuir a enriquecer la biodiversidad y el subsuelo. La idea era plantear 3 tipologias en altura, dependiendo de la proximidad a la calzada, y 3 tipologias cromáticas, para ofrecer variabilidad visual al conjunto.
La propuesta continua y coherente con los criterios sostenibles ha evitado que los espacios verdes sean paréntesis urbanos, creando así una capa continua de vegetación y haciendo uso de los parques existentes, el arbolado viario y la potencial ecologización del paseo, reduciendo el trafico motorizado.
Este fue la otra ganancia: se redujeron los carriles rodados dado que el Passeig de Sant Joan estaba sobre dimensionado en este aspecto. De los 3 carriles por cada sentido de circulación se eliminaron un por banda, dejando un carril de circulación y uno de carril bus en cada lado.
Olor de tierra húmeda: pavimento drenante versus pavimento duro
Trasladar la atmósfera del Parc de la Ciutadella al Passeig de Sant Joan no podía consistir tan sólo en algo superficial y evidente, sino algo de raíz: introducir vegetación limitadamente en parterres y pavimentar todo el resto con hormigón era una opción mucho más fácil, por supuesto, pero no ha sido el caso. La utilización de un pavimento drenante acompaña la filosofía de eco-eficiencia que se planteaba como punto de partida. No olvidemos que en Barcelona el 64% del suelo está impermeabilizado, cosa que dificulta la infiltración de las aguas pluviales.
El verde se pisa, se respira, se huele… no se ha propuesto un verde contemplativo, todo se tiene que poder pisar. Un verde que se moja, cambia con la luz, las estaciones del año, que se transforma originando espacios cambiantes.
Había que adecuar el espacio urbano a los diferentes usos, haciendo posible su convivencia. Los 17 metros de acera se organizan dejando 6 metros libres para recorrido de peatones, y 11 metros de zona con árboles conforma las zonas de estar (bancos, juegos infantiles, terrazas de bares, etc.). Era evidente que la calzada original estaba sobredimensionada por el tráfico, así pues, se ha acercado este espacio de circulación y se ha convertido en zona de tránsito pacificado. A la parte central, carril bici segregado.
Uno de los valores de esta modulación que pudiendo haber sido rígida y poco flexible, se ha adaptado aun así, a la realidad de cada tramo, transformándose, sin perder la unidad ni la geometría (y por supuesto, la filosofía de proyecto y la continuidad lineal del paseo)
Hay verdaderamente un antes y uno después del Passeig de Sant Joan. El proyecto de Lola Domènech y su equipo es digno de elogios a muchos niveles y facetas. El resultado que tan fácilmente parece fluir es el resultado de la lucha que durante el proceso llevaron a cabo su autora y todos aquellos que colaboraron. Gracias para traducir tan bueno aquello que debemos de estar dibujando con nuestras formas de vivir. ¡Bravo!
Faja verde y usable
El acierto de la solución adoptada consiste al proporcionar diferentes posibilidades de uso al ancho espacio que transita entre las fachadas y la línea de calzada, y que va adoptando diferentes funciones en una solución de continuidad que el usuario puede adecuar a su interés. Junto a la alineación de las edificaciones se sitúa el camino estrictamente de tránsito de peatones, y a partir de allá empieza una gradación del espacio libre que va intensificando el carácter ajardinado hasta conformar un límite vegetal a la frontera con el tránsito rodado.
Esta faja comprende zonas de estancia, juegos infantiles, itinerarios de paso, paradas de autobús y otros espacios libres para usos varios como por ejemplo por implantación de terrazas de bar. En cualquier caso siempre se mantiene el carácter de zona verde que se consigue con la alternancia de parterres y con la disposición al mismo nivel de un pavimento mixto de piezas con juntas abiertas, con subbase drenante y intersticios ajardinados que permiten la absorción del agua en el terreno. El verde se mezcla con las zonas de estancia y recreo para configurar un espacio con mucha potencialidad, con un ajardinado diverso y sostenible, eligiendo cuidadosamente las especies arbustivas, teniendo en cuenta la adecuación al entorno, el mantenimiento, los colores de las hojas, de la floración, las texturas y las alturas de las plantas para conseguir lo querido efecto rodeando. En medio de esta faja verde la remodelación conserva los árboles existentes, que pertenecen ya al patrimonio imaginario de los ciudadanos, se reponen las unidades malogradas, y se crean unas nuevas líneas de arbolado de diferente tipología y altura.
El pavimento drenante de hormigón con adoquín 30x10x10cm. Una solución constructiva innovadora.
El pavimento drenante se construye sobre una explanada muy compactada, mediante el tendido de una capa de base granular donde descansan los adoquines de hormigón prefabricado, dejando unos espacios de junta abierta de ancho variable. Los adoquines de 30x10x10 cm se colocan sin amorterar, separados para dejar unos espacios de junta que aumentan conforme se acercan a la calzada, que se llenan con sustrato para formar un entapizado verde, o bien se llenan con arenisca en otros espacios como por ejemplo terrazas. Las juntas cuentan con separadores y estabilizadores que fijan la posición del pavimento, aportan estabilidad y evitan la erosión.
Para este proyecto emblemático se instalaron 8000 m2 de adoquines de hormigón tipo Llosa Vulcano 30x10x10 cm Color Ceniza con separadores biodegradables de 3,5 cm de junta verde.
El espesor de 10 cm del adoquín le aporta estabilidad a la zona verde para el paso de peatones y también la resistencia mecánica necesaria para la zona de paso de vehículos (accesos a garajes y servicios de mantenimiento).
Se ha combinado dos acabados superficiales, el acabado Standard y el acabado Top Complete. El acabado Standard es un acabado texturado uniforme al tacto con una protección superfical invisible antimanchas que realza el color. El acabado Top Complete es rugoso al tacto y confiere propiedades antideslizantes sobre superficie mojada.
El sistema de junta biodegradable Rasen Mohr resuelve los diferentes anchos de junta verde entre los adoquines de hormigón.
Los adoquines están fabricados con árido granítico con un contenido mínimo del 20% de árido reciclado y pigmentados con óxidos de hierro resistentes a las condiciones atmosféricas y son totalmente inocuos para el medio ambiente.
EL año 2012 el Passeig de Sant Joan fué finalista PREMIOS FAD 2012 en la categoria de Ciudad y Paisaje.
29-Remodelació del Passeig de Sant Joan (tram tetuan – arc de triomf) (Barcelona) . Lola Domènech Oliva
¿Cómo llegar?
Bibliografía: Informatiu APABCN
Fotografía: Adrià Goula